Desde aquel día que me dijeron que algo podía llegar antes de salir, que una línea recta
era aquella que viajando a través del infinito volvía al punto de partida, desde que aquel
profesor universitario, sentado en su pupitre, leía de unos apuntes, supongo que los suyos,
que la economía, no se de qué sitio, dependía del oro que traía no se de qué otro; se levantaba,
hacía un 40 que ocupaba toda la pizarra, se volvía a sentar, volvía a repetir, "no olviden que..."
se levantaba de nuevo, le hacía un tremendo círculo al 40 y se volvía a sentar para seguir su cátedra.
Desde esos días tuve que comprar gafas de cerca, gafas de lejos y me esfuerzo en saber si estoy ciego o veo demasiado.
No ha de preocuparme porque hay muchos que ven por mí, cualquiera me resuelve el problema de toda mi experiencia en un minuto.
Luego, el gran traje, aquél donde te visten con la teoría de murphy, de que si algo puede salir mal, va a salir; con la
definición del eminente profesor de Harvard, Robert Buzzel, de que el sello distintivo de un verdadero M.B.A.
es que muchas veces se equivoca, pero raras veces titubea. La calidad total japonesa basada en la ausencia de defectos,
la americana en lo inmejorable, la satisfacción de necesidades, y aquel libro recomendado, de cuyo nombre no me quiero
acordar, en donde se manifiesta que un directivo no sólo ha de ver un gorrión a 80 metros, sino que ha de verlo además
pestañear, más que el Papa, casi nada.
Se sale de la Universidad con conocimientos únicamente teóricos, pero
conscientes de ello. De las escuelas de negocios salimos sabiendo, sí,
mucho, mentalizados, motivados y un millón de Etc. pero, es bastante común
el endiosamiento, creerse que los demás son tontos, algunos empíricos
levantaron imperios, enseñemos también actitud.
Significado cuando el Executive que acude a solicitar matricularse con el
objetivo de ratificar que lo que sabe está bien. Asegura conocer una empresa
de diseño y distribución de moda con un crecimiento de difícil comparación,
y no gasta nada en marketing porque no se anuncia en televisión, INDITEX -
ZARA.
Si como a veces nos quieren dar a entender, la economía fuera una ciencia
exacta, no fracasarían más del 90% de los proyectos empresariales. Veamos al
Universitario como el Bachiller de antaño, un gran potencial para empezar a
aprender, y eso es una realidad, si tiene actitud, la aptitud llega deprisa;
y al Máster, con la auténtica preparación que suele tener, no le endiosemos
tanto, impliquémosle más, llevémosle a la estructura económica real.
Surgirán muchos más empresarios y los demandantes de empleo no los verán
como a un Ferrari sin carretera para disfrutarlo.
Un abrazo.
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